Paso 1 - Admitimos que nos volvimos impotentes ante nuestros problemas y que ya no podíamos administrar bien nuestra vida personal y familiar, ni participar de los beneficios de nuestras relaciones. El primer paso incluye descubrir los patrones destructivos que nos controlan y hacer una evaluación honesta de los beneficios y costos de nuestros comportamientos y actitudes.
Paso 2 - Creímos que un poder externo y superior a nosotros mismos podía restaurar nuestra la salud mental y nuestra capacidad de mantener relaciones cercanas saludables.
Paso 3 - Decidimos entregar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios como alcanzamos a percibirlo. Este es el paso en el cual decidimos buscar soluciones por medios espirituales.
Paso 4 - Hicimos un inventario interno, profundo y valiente de nuestra vida y de nuestras relaciones con quienes nos rodean empezando con las personas más cercanas.
Paso 5 - Admitimos ante Dios, nosotros mismos y otras personas la naturaleza exacta de nuestras faltas. Este es el paso que nos libera para comenzar de nuevo.
Paso 6 - Decidimos dejar que Dios nos apartara por completo de todos nuestros defectos de carácter, nuestros malos hábitos de comunicación y nuestras faltas de amor. En este paso fomentamos nuestro deseo de cambiar.
Paso 7 - Humildemente le suplicamos a Dios que nos apartara de nuestras imperfecciones. Este es el paso en el cual clamamos a Dios que nos ayude.
Paso 8 - Hicimos una lista de todas las personas a quienes habíamos ofendido y decidimos enmendar nuestros errores.
Paso 9 - A todos los que pudimos les pedimos perdón por nuestras ofensas y reparamos los daños, teniendo cuidado de no causarle perjuicios materiales, morales o físicos a nadie.
Paso 10 - Continuamos haciendo semanalmente un inventario personal de nuestra vida y nuestras relaciones y cuando fallamos lo admitimos pronto. Este es el proceso mediante el cual reversamos nuestros patrones destructivos.
Paso 11 - Mediante oración y meditación personal y familiar mejoramos nuestra relación con Dios y liberamos nuestra mente para conocer su voluntad y tener poder para cumplirla. Este es el paso mediante el cual profundizamos nuestro sentido de ser guiados y sustentados por Dios y potenciamos la serenidad, la fe y la espiritualidad.
Paso 12 - Habiendo despertado espiritualmente llevamos este mensaje a otros y practicamos estos principios en toda ocasión, empezando por nuestras relaciones más cercanas.
Comments