Dinámica para reflexionar con los niños sobre el Creador y Su obra
Justificación
Por varios años a los chicos se les presentarán en sus aulas escolares teorías del origen del universo que ponen en duda el relato bíblico de la creación. ¿Estarán preparados para evaluar con un juicio sano esas teorías? Las dudas sembradas afectarán su fe y compromiso? Prepararlos en este sentido es de mucha importancia para todos aquellos que hemos creído en Dios y en la Biblia.
Objetivos:
- Que los niños expresen sus sentimientos al pensar en Dios como el Creador de todas las cosas.
- Qué los niños puedan identificar el orden en que Dios fue creando las cosas según el relato de Génesis 1.
- Que los niños hagan conexiones entre lo que dice la Biblia y algunas conclusiones de la ciencia moderna.
- Que los niños despierten su curiosidad sobre cómo son las cosas con una actitud de admiración y gratitud hacia el Creador
Materiales:
- Presentación interactiva sobre la creación
- Tubo de Energía (Energy Stick Toy) Verlo en al tienda de Amazon.
Dinámica
Puede que el desarrollo de esta dinámica tome dos o más sesiones, dependiendo del interés que muestren los niños. El adulto activa los primeros cuadros de la presentación. Luego invita a los niños a escoger por ellos mismos qué quieren ver en la presentación. Asegúrese de que se familiariza primero con la presentación antes de iniciar las sesiones con los chicos. Así usted podrá dirigirlos mejor. Haga énfasis constante en lo grande, inteligente, poderoso y amoroso que es Dios. Tome momentos para que todos cierren los ojos y piensen en que Dios está presente y en que podemos adorarlo, decirle cuánto lo amamos y darle gracias. A medida que vea la presentación ofrezca espacios para que los niños le digan cosas a Dios y le canten. Dependiendo de la edad y el interés de los niños aproveche las oportunidades para ayudarlos a pensar en las evidencias que ofrece la creación de la existencia de Dios y de la confiabilidad de la Biblia.
Al finalizar las sesiones, o cuando usted considere más apropiado, pregúnteme a los niños si ellos creen que nuestros cuerpos tienen electricidad. Luego invita a dos niños a tomar los polos opuestos del tubo de energía. En seguida hagan un círculo tomándose de las manos y observen qué pasa con el tubo de energía. Dígale a alguno que rompa el círculo y observen qué pasa con el tubo de energía. Cuanto todos estamos unidos y conectados, fluye la energía. Si se rompe la conexión la energía no fluye. Esta es la energía eléctrica que tenemos en nuestros cuerpos. Sin embargo, hay otra clase de energía. Es la energía del espíritu. Esta es la energía que Dios uso para crear el universo. Es poderosísima. Cuando estamos unidos y conectados espiritualmente unos con otros y con Dios, fluye la energía, pero si nos desconectamos, el fluido se interrumpe. Haga una oración pequeña y comenten después si todos se sintieron unidos espiritualmente con Dios y unos con otros.