Haciendo clic en el enlace podrá abrir la presentación por cuadros de la primera lección de la serie sobre la Adoración Que Transforma.
Haciendo clic en el enlace podrá abrir la presentación por cuadros de la primera lección de la serie sobre la Adoración Que Transforma.
1
Señor, escucha mi oración, atiende mis ruegos;
respóndeme por tu lealtad, por tu justicia.
2
No lleves a tu siervo al tribunal,
porque ante ti nadie es justo.
Señor, venimos suplicantes porque no tenemos nadie más a quien ir. Reconocemos nuestra vulnerabilidad y pequeñez. Somos carne débil. Estamos expuestos a enfermedades, accidentes y violencia. No somos más que polvo. Socialmente también somos impotentes y no podemos defender nuestros derechos. Estamos constantemente expuestos a atropellos y males que abundan en nuestra sociedad. Moralmente también hemos sido débiles. Ante tu rectitud y pureza, reconocemos humildemente que hemos sido malos. Tu luz descubre todos nuestros pecados: las cosas malas que hemos hecho, lo bueno que hemos dejado de hacer, nuestras actitudes contrarias a tu bondad, y nuestro vergonzoso desamor que tantas veces te ha fallado y ha deshonrado tu santo nombre.
Por esta razón te rogamos que no nos lleves a juicio. No tomes en cuenta nuestros pecados cuando imploramos tu ayuda, fortaleza y consuelo. Míranos con misericordia y acuérdate de tus propósitos y de tus promesas. No nos creaste para la vergüenza y la condenación. Prometiste acudir a nuestro socorro y perdonar nuestras maldades por la sangre que tu Hijo derramó en la cruz por nosotros. Míranos con ese amor con que nos amaste al entregar a tu hijo al suplicio por salvarnos. Atiende a nuestros ruegos por causa de tus gloriosos propósitos y de tu gracia inmensa. No oramos a ti esperanzados en nuestra propia justicia a bondad. No han nada en nosotros, digno de ti, que podamos ofrecerte. Solo invocamos tu fidelidad y tu compasión.
3
El enemigo me persigue,
tira por tierra mi vida;
en las tinieblas me hace morar
como a los que ya han muerto.
4
Mi ánimo desfallece,
mi corazón se estremece.
Hay tanta violencia en nuestros pueblos. Hay tanto dolor. Hay odio por todas partes. Niños, muchachos, hombres y mujeres matan con absoluta frialdad. Para ellos la vida humana no vale nada. Matan a sus semejantes como si mataran un insecto. Son gente desalmada. Algunos de ellos son personas que sufrieron abusos indescriptibles desde que eran niños. Perdieron toda sensibilidad y se entregaron de cuerpo y alma a la maldad. Otros adoran con tanta devoción el dinero y el poder que no vacilan un instante para hacer el mal, con tal de conseguir sus fines. Se están levantando hombres y mujeres horriblemente egoístas. Mienten, roban, defraudan y no les tiembla la mano para despojar a otros, quitándoles hasta la vida si lo ven preciso. Se llenan de orgullo y autosuficiencia cuando hacen el mal.
Tú eres el único que nos da aliento. Si no fuera por daríamos por perdida nuestra vida. Cuando dejamos de pensar en tus promesas sentimos que no hay ninguna luz de esperanza. El mundo que nos rodea es tenebrosamente oscuro. Es como si estuviéramos ya, enterrados vivos, en una fosa negra. Vacilamos en cada paso que damos. Es como si en cada día nos esperara la muerte o como si cada día nos sorprendiera el horror, el luto y la tristeza.
Nos sentimos vacíos por dentro, terriblemente solos y abandonados. Nos embarga la tristeza. De verdad, si no tuviéramos nuestra fe puesta en ti y en tus promesas, nuestra vida quedaría completamente devastada. Nuestro espíritu sucumbiría ante tanta maldad, indiferencia, crueldad e injusticia. Perderíamos el aliento y no tendríamos ánimo para nada más. Nuestra existencia sería amarga hasta la muerte.
5
Recuerdo los días de antaño,
medito en todas tus acciones,
reflexiono sobre la obra de tus manos.
Han sido tantas las maravillas que has hecho. Tus actos con los que has redimido y mantenido a tu pueblo son asombrosos. Sabemos que vives y que eres poderoso. Gracias por todo lo que has hecho por nosotros los humanos y por tu pueblo que cree en ti. Recordar e imaginar tus proezas salvadoras es beber agua fresca en el desierto. ¡Cuántas veces haz rescatado al pobre de las garras de sus enemigos avaros! ¡Cómo liberaste a tu pueblo de los verdugos egipcios! ¡Como sanaste a los enfermos que llegaron a los pies de Jesús y cómo diste vida a los muertos de los dolientes que lo miraron suplicantes! ¡Cuan cierto e inmenso es tu amor cuando te vemos sufriendo y sangrando en la cruz! ¡Cuantas veces has llegado a nuestra vida cuando te hemos necesitado! En cada uno de nosotros has hecho maravillas. Has contestado nuestras oraciones. Has llenado de paz y seguridad nuestros corazones y nos has hecho sentir tu poderosa presencia al lado nuestro. Por eso es que todavía estamos en pie y que acudimos a ti con todos nuestros ruegos.
6
Extiendo hacia ti mis manos,
soy ante ti como tierra reseca.
7
Señor, respóndeme pronto,
que mi vida se agota.
¡No me ocultes tu rostro,
que no sea yo como los muertos!
Nuestro corazón es un desierto, reseco y quebrado. Sentimos una tremenda sed de ti. Necesitamos oír tu voz, sentir tu pureza refrescante y saciar con tu presencia nuestra sed. Es tanta nuestra sed de ti, que cuando te sentimos lejos se nos agota la vida. Acércate, muéstrate a nosotros, porque tú eres nuestra vida. No tardes tu respuesta. Es bueno para nosotros que sintamos tu ausencia, pues con facilidad nos acostumbramos a tu presencia y luego la desestimamos. Recordamos cuando te sentíamos muy cercano y te alabábamos con tanta alegría. ¿En qué momento se nos hizo costumbre cantarte? ¿A que hora nos volvimos diferentes frente a tus dones que nos das todos los días? Fuimos como hijos que se cansaron de sus padres y les dieron la espalda. Ahora te sentimos lejos y extrañamos tus palabras y tu andar misterioso entre nosotros.
8
Anúnciame tu amor por la mañana,
que en ti confío;
enséñame qué senda he de seguir,
que a ti te anhelo.
Tu ausencia es una noche larga y tenebrosa. Rogar y no tener respuesta es como tener los ojos abiertos en la oscuridad impenetrable. Saber que nos amas en la fidelidad de tu pacto es como un amanecer glorioso. Nuestra confianza está puesta en tu promesa. Sabemos que no nos abandonarás. Queremos ver la luz de tu amanecer al lado nuestro. Te entregamos a ti nuestra alma con todos sus deseos. Muéstranos el camino, alumbra nuestros pasos para que no andemos más tropezando en la oscuridad.
9
Señor, líbrame de mis rivales,
que a ti me acojo.
10
Enséñame a hacer tu voluntad,
que tú eres mi Dios;
que tu buen espíritu me lleve
por una tierra llana.
Guárdanos de la tentación y del maligno. Líbranos de los que nos quieren hacer daño. Si tú no acudes a socorrernos, ¿quién más podrá librarnos de las insidias de tus enemigos? Hay gente que no le gusta el bien. Hay seres que odian la verdad y la justicia. Devorarán a todos. Impondrá sus malvados pensamientos sobre en todas las naciones. Despojarán a los pobres y nos quitarán la libertad. Nos acosarán y nos maltratarán hasta exterminarnos. Nadie más que tú puede socorrernos.
Enséñanos a vivir con prudencia entre las víboras. Que nos nos engañe el mundo con sus deseos vanos. Que queramos hacer únicamente tu voluntad. The eres verdadero Dios. Nada ni nadie en el mundo puede ocupar tu lugar. Llénanos de tu Espíritu. Ponemos nuestra vida y nuestra voluntad al cuidado de ti. En este mundo tan lleno de trampas mortales y tropiezos no queremos andar con nuestra propia sabiduría ni hacer la voluntad de nuestros caprichos. Sólo si nos guía tu Espíritu iremos seguros, como en terreno plano y limpio.
11
Señor, por tu nombre, dame vida,
por tu justicia, sácame de la angustia.
12
Por tu amor, destruye a mis enemigos,
haz perecer a cuantos me hostigan
porque yo soy tu siervo.
Sólo tú puede llenarnos de vitalidad y esperanza. Sólo tu puedes restaurarnos y reavivar nuestro espíritu. Llénanos de tu vida poderosa y fructífera. No te lo pedimos por méritos propios, sino por tu justicia eterna. Haz que brille tu justicia y tu verdad por sobre todas las cosas. Líbranos de la angustia. Elimina a tus enemigos de la faz de la tierra. Que no prosperen los que siguen la mentira y la injusticia. Pon un alto a los altivos que quieren destruir a los demás. Nosotros somos tus siervos. Hemos sido siervos inútiles. Muchas veces hemos defraudado tus propósitos, pero tu has sido grande y nos has dado una y otra oportunidad. Tu sabes que queremos servirte. Limpia nuestro corazón para que podamos hacerlo con toda sinceridad y sin egoísmos. Gracias por poner en nosotros tus ojos. Gracias por llamarnos a tu servicio, la mejor vocación en toda la tierra. Por tu misericordia, por tu pacto, por tu fidelidad, haz de nosotros verdaderos instrumentos tuyos.
En el video que sigue Jia Jian explica cómo venció el temor al rechazo. Su plan era sencillo: Durante 100 días provocar el rechazo para ver qué podía aprender y para acostumbrarse a vencer sus miedos. Disfrute el video.
LA BIBLIA: SUS TEMAS Y NARRATIVAS
Video 1 - ¿Qué es la Biblia?
Video 2 - El drama bíblico
Video 3 - Dios crea un mundo para convivir con nosotros
Video 4 - Dios creó un universo inmenso (Ver también «Un llamado a Maravillarse»)
Video 5 - Dios creó un sol maravilloso
Video 6 - Dios creó el mundo con inteligencia (Ver también «Lugar que ocupamos en el universo» )
Video 7 - El climax - La Vida de Jesús
Video 8 - Otros hablaron de ÉL
Video 9 - Jesús Resucitó - Primera Parte
Video 10 - Jesús Resucitó - Segunda Parte
EL COMIENZO Y LA CAÍDA
Video 11 - Comienza la narrativa bíblica
Video 12 - Empieza la historia
Video 13 - Palabra y Espíritu
Video 9 - La oportunidad de la vida eterna
Video 10 - Hay que escoger
Video 11 - La peor decisión del mundo
Video 12 - La peor tragedia del mundo
Video 13 - Una invitación a la esperanza
LA PROPAGACIÓN DE LA MALDAD
Video 14 - La vida fuera del paraíso
Video 15 - Surge una civilización sin Dios
Video 16 - Empieza una civilización de fe
Video 17 - A Empezar de nuevo
Video 18 - El Cataclismo
LA HISTORIA EMPIEZA DE NUEVO
Video 19 - Dios alienta a Noé
Video 20 - Dios hace una alianza con Noé y su mundo
Video 21 - La humanidad vuelve a perder el rumbo
Video 22 - Vuelven los deseos de grandeza
DIOS HACE ALIANZAS CON SUS ELEGIDOS
Video 23 - Un nuevo comienzo
Video 24 - Dios hizo alianza con Abraham
LA NUEVA ALIANZA Y LA RESTAURACIÓN DE LA CREACIÓN
La mayoría de los padres ni siquiera estamos conscientes de cuál es nuestro estilo de ser padre. El conjunto de comportamientos y nuestros métodos particulares para criar a nuestros hijos son generalmente habituales. Muy seguramente lo aprendimos en nuestros propios hogares de crianza y simplemente los repetimos sin pensar en ellos mucho. Con frecuencia son el resultado de nuestros propios estados emocionales y de los niveles de estrés con que vivimos. El problema es que nuestro estilo puede influir significativamente a nuestros hijos por el resto de su vida. Para comprender un poco mejor este hecho, le recomendamos que vea el video a continuación y luego vea la presentación que está abajo. También puede descargar el documento en pdf y analizarlo. Esperamos que estos materiales le sean útiles. Escribanos un comentario haciéndonos saber si le beneficiaron y cómo.
Es importante que los padres pensemos en los “peldaños” que nuestros hijos deben escalar a medida que crecen. Queremos ayudarlos con nuestros programas de crianza para que logren alcanzar adecuadamente cada meta importante para ellos durante las diversas etapas de su desarrollo. Mientras crecen hay siete aptitudes cruciales que tienen que aprender:
Para que los padres puedan establecer un proyecto de crianza y formación de sus hijos hemos elaborado una lista de metas clasificadas según las etapas de desarrollo del niño y diversos aspectos de su desarrollo tales como:
Vea la lista de metas en el documento pdf a continuación y vea también los videos abajo.
Empecemos trazando metasPDF.pdf
La estimulación temprana y el desarrollo del cerebro
Impulso Nervioso y Sinopsis
Adquisición y Desarrollo del Lenguaje en la Infancia
Video de Inducción 1
Páginas importantes
Materiales adicionales
¿Cómo aprender otro idioma? - Dustin Luke
Allen Caruthers afirme que los siguientes son diez beneficios de ser bilingüe:
Para leer el blog completo haga un clic aquí.
Una adicción es cualquier conducta auto-destructiva asociada con una dependencia compulsiva, pensamientos obsesivos, y la satisfacción de una necesidad potencialmente irreprimible e irracional que, por consiguiente, llega a convertirse en algo habitual, repetitivo, y difícil o imposible de controlar. Cualquier adicción afecta progresivamente nuestra salud física y mental y deteriora nuestras relaciones con otros y nuestro normal funcionamiento en la sociedad. Una dependencia ocurre cuando se desarrolla tolerancia; es decir, cuando con el tiempo es necesario intensificar «la dosis» para producir el mismo efecto. La dependencia puede ser en una sustancia (alcohol u otra droga) o en un proceso (el juego, la actividad sexual, el juego, etc.).
LOS ELEMENTOS DE LA ADDICCIÓN
CAUSAS DE LAS DEPENDENCIAS
Para la gran mayoría de cristianos hablar de Dios es hablar del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pero esta idea tuvo su origen en épocas mucho más antiguas que el cristianismo. Dios empezó a dar a conocer la pluralidad de su ser desde el principio. De hecho, la palabra hebrea «elohím», que traducimos por Dios en español, es un plural. Además, sorprendentemente, al referirse a la creación del primer hombre, Dios uso también formas plurales para referirse a su intención. Él dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y nuestra semejanza» (Génesis 1:26). Por otra parte, el Espíritu Santo aparece desde la primera página de la Biblia inmediatamente después de que el Génesis nos dice que Dios creó en el principio los cielos y la tierra.
La simbología de estos versos es muy rica. En primer lugar, fijémonos que del verso uno al verso dos el foco de atención cambia súbitamente. De la creación del cosmos pasamos inmediatamente a la tierra. De aquí en adelante la tierra es el centro de interés. El Génesis no es un tratado de cosmogonía, ni el capítulo uno de dicho libro pretende explicar científicamente los orígenes del universo. Lo que el escritor del Génesis está haciendo en el primer capítulo de su libro es ofreciéndonos una visión panorámica del entorno en el cual se desarrollará la historia que nos va a contar a continuación.
El verso dos empieza diciendo que la tierra estaba desordenada, sin forma, vacía e inhóspita. El espacio estaba sumido en una oscuridad total. Pero el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
La palabra espíritu es el término "ruaj" (ר֫וּחַ) en hebreo. Literalmente la palabra significa viento. Lo mismo sucede en el Nuevo Testamento. Ahí el término es “pneuma" (πνεῦμα), que también en griego significa viento.
No es que el Espíritu Santo sea viento, claro está. Tanto "ruaj" como “pneuma", son signos que evocan el dinamismo y el poder que observamos en el viento. El viento sopla suavemente o con fuerza. No lo vemos, pero vemos y sentimos sus efectos. Así sucede con el Espíritu Santo. Por otra parte también el aire y la vida son inseparables. Mientras respiramos estamos vivos. Sin el aliento que circula por nuestra nariz estamos muertos. Así, en Génesis 2:7 leemos que Dios formó al primer hombre del polvo seco de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre llegó a ser un ser viviente.
Génesis 2:1 dice que el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Otras versiones traducen: "El Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas." La razón de esta traducción es que el verbo “rajaf" (רָחַף) denota un movimiento con interés, emoción o expectativa. Esta misma palabra la encontramos en Deuteronomio 32:11, donde leemos: "Como águila que revolotea sobre su nido y anima a sus pequeños a volar, así él abrió sus alas, lo agarró y lo cargó en sus plumas." Por supuesto, esto no quiere decir que el Espíritu Santo sea un pájaro. "Rajaf", en nuestro verso del Génesis, evoca la expectativa emocionada y la actividad del Espíritu Santo sobre las aguas donde habría de gestar la vida, la cual posteriormente transformaría en una maravillosa variedad de plantas y animales y finalmente en un hombre y una mujer, seres inteligentes creados para ser imagen y semejanza de Dios.
En Génesis 1:3 leemos que Dios dijo: «Que haya luz», y brilló la luz en la tierra, desplazando la oscuridad. La luz en la Biblia es un concepto que se relaciona con la presencia iluminadora y reveladora de Dios. Donde está Dios hay luz y descubrimiento. En Éxodo 3, Dios se le manifestó a Moisés desde un arbusto ardiendo en llamas. El fuego era el símbolo del gran descubrimiento y conocimiento penetrante y verdadero que Moisés habría de tener respecto de Dios y sus propósitos. Además el fuego también representaba la santidad exclusiva de Dios.
Así pues, desde la primera página de la Biblia ya encontramos a Dios, la Palabra y el Espíritu, fuente de vida y luz. Además, según el Génesis y el resto del relato bíblico, desde el principio de todo el Espíritu Santo "revolotea" con interés en la tierra animando nuestra historia con miras a un reposo armónico y final. El primer relato de la creación culmina con las siguientes palabras en Génesis 2:2-3:
«Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.»
La actividad vivificante del Espíritu Santo, por supuesto, no se limita únicamente al principio de la creación. En la Biblia toda la vida en el planeta depende constantemente de la presencia y obra del Espíritu de Dios. Así En el Salmo 104:24 leemos: "SEÑOR, ¡qué numerosas son tus obras, todas ellas nos muestran tu sabiduría! La tierra está llena de tus criaturas." Más adelante en los versos 27 al 30 dice: "Todos ellos dependen de ti; tú les das su alimento en el momento adecuado. Tú les das y ellos recogen; abres tus manos y comen hasta quedar satisfechos. Cuando te alejas de ellos, se asustan; si les quitas el aliento, mueren y se vuelven polvo de nuevo. Pero cuando tú envías tu Espíritu, ellos recobran su salud y así haces que la faz de la tierra se renueve." Pero el aliento en los seres vivos no es el Espíritu, sino un signo que evoca y nos recuerda su intervención providencial.
Los «Testigos de Jehová» afirman que el Espíritu de Dios no es una persona sino «la fuerza activa de Dios». Sin embargo, los siguientes versos atribuyen al Espíritu Santo acciones, intenciones y propósitos personales.
Lucas 12:12, 1 Corintios 2:10-13 - El Espíritu Santo enseña.
Romanos 15:30 - El Espíritu Santo ama.
Efesios 4:30 - El Espíritu Santo se entristece.
Apocalipsis 2:7 - El Espíritu Santo habla.
Juan 15:26 - El Espíritu Santo testifica.
Juan 16:13, Romanos 8:14 - El Espíritu Santo guía.
Hechos 13:2-4 - El Espíritu Santo envía.
Hechos 20:28 - El Espíritu Santo nombra.
Juan 14:26 - El Espíritu Santo consuela.
Romanos 8:26 - El Espíritu Santo ayuda e intercede
1 Corintios 12:11 - El Espíritu Santo decide y reparte
1 Corintios 2:10 - El Espíritu Santo examina
Es claro, pues, que el Espíritu Santo es un ser personal. Además los escritores bíblicos le atribuyen deidad. Considere los siguientes versos:
2 Corintios 3:17
«Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.»
Hechos 5:3-4
«Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo... No has mentido a los hombres, sino a Dios.»
1 Corintios 3:16
«¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?»
Romanos 8:9-11
«Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él... Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.»
De modo pues que, según la Biblia, el Espíritu Santo tiene atributos personales y divinos y es uno con el Padre y el Hijo. Las palabras e imágenes que usa la Escritura para referirse a él son signos que nos ayudan a aproximarnos a su presencia y su obra. Reducir el Espíritu a una fuerza implica ignorar muchos testimonios bíblicos. Por otra parte, queda otra pregunta que resolver. ¿Podemos esperar en nuestro días las mismas manifestaciones milagrosas que ocurrieron por obra del Espíritu en los tiempos de la Biblia? Este será el tema de nuestro próximo estudio.